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Tony Romo anuncia su retiro de la NFL para ser comentarista

Se acabó el culebrón: Tony Romo ha decidido retirarse de la práctica en activa del football y aceptar un contrato como comentarista televisivo.

El proceso ha sido ciertamente confuso. El pasado 8 de marzo, cuando la agencia libre de la NFL estaba a punto de comenzar, Romo hizo un vídeo de despedida dedicado a los seguidores de los Cowboys. Entonces se decía que sería cortado por el equipo y que buscaría su futuro en la liga para pelear por el anillo. Los posibles destinos, los más nombrados, eran los Denver Broncos y los Houston Texans.

Sin embargo, en pocas horas, los Texans traspasaron a Brock Osweiler a los Cleveland Browns y los Dallas Cowboys frenaron sus intenciones de cortar a Romo. Jerry Jones, dueño de los Dallas Cowboys, decidió que se quería tomar un tiempo para repensar la situación y tratar de sacar algo por él en un intercambio.

Ha pasado un mes y no cambió gran cosa la situación: ningún equipo quiso ofrecer nada por Romo así que, según informó la ESPN, el equipo decidió darle permiso para entrevistarse con otras franquicias y hoy mismo le iba a dejar en libertad.

En medio de esas informaciones, filtradas por el equipo, Tony Romo ha decidido coger él mismo la situación por los cuernos y decir adiós a todos.

Entre los periodistas que siguen más de cerca el caso se da por hecho que la CBS le ha ofrecido ser el relevo de Phil Simms como comentarista número uno de la cadena, lo que le daría un sueldo en torno a los cuatro millones de dólares. Cuatro millones de dólares son muchos si tenemos en cuenta que son sin golpes, lesiones, training camps, dudas y disgustos tras las derrotas.

Tony Romo ha jugado 13 temporadas con los Dallas Cowboys, siendo las dos primeras suplente y las dos últimas presa de las lesiones. Tiene casi 37 años y una espalda muy tocada. Ha pasado para 34183 yardas, 248 touchdowns y un espectacular 97.1 de rating a lo largo de su carrera. Habiendo llegado a la liga desde la universidad de Eastern Illinois sin ser elegido en el draft, se convirtió no sólo en uno de los mejores quarterbacks de su generación sino en un símbolo de los Dallas Cowboys; en una época muy oscura de la franquicia, él era de lo poco salvable. La mancha de no tener un anillo, ni siquiera una carrera en playoff que vaya más allá de algunos fallos garrafales, está considerado como un jugador especial.

El año pasado se lesionó en pretemporada y fue sustituido por el rookie Dak Prescott. El equipo comenzó a ganar y el QB a jugar de maravilla, por lo que su puesto no estaba disponible cuando volvió de la lesión. Ante la oportunidad de pelear un año más, con el riesgo de agravar su mal estado físico, o de convertirse en una estrella televisiva, Romo ha escogido lo último y ha colgado las botas, aún sin que su equipo tuviese constancia de ello.

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